Mecanismo de Acción
Existen diversos mecanismos de acción contra la diabetes tipo II por omega 3, los cuales pueden ser preventivos o de acción curativa en caso de ya presentarse la enfermedad.
Una de las principales hipótesis acerca del mecanismo de acción de omega 3 contra la diabetes es su capacidad para eliminar o disminuir la resistencia a insulina, de esta manera mejorando la sensibilidad a insulina y permitiendo una mejor reacción del organismo cuando se produce naturalmente esta sustancia.
De igual manera, otro efecto benéfico creado por el consumo de omega 3 es la mayor capacidad del organismo para realizar la síntesis de glucógeno en músculo esquelético. De acuerdo a estudios realizados, el tiempo de residencia de GLUT4 en plasma se ve incrementado de manera significativa al tener un consumo más elevado de omega 3, lo cual posteriormente causa un aumento en la glucosa 6 fosfato intracelular, lo cual a su vez mejora la antes mencionada eficiencia en la síntesis de glucógeno.
Además de esto, se ha demostrado que los efectos metabólicos en la sensibilidad a insulina y el metabolismo de la glucosa se deben principalmente a los cambios en la composición del suero hemático, específicamente a su cantidad de ácidos grasos en esta misma.
En estudios realizados, se encontró que aquellos sujetos con mayor resistencia a insulina tenían mayores niveles de ácidos saturados en sangre, al mismo tiempo que tenían bajos niveles de ácidos poliinsaturados. De forma específica, aquellos con problemas de sensibilidad a la insulina cuentan con mayores niveles de los siguientes ácidos: 16:0, 16:1 n-7, 18:2 n-6 y con menores niveles de 18:3 n-6 y 20:3 n-6, esto principalmente debido a la alteración de la actividad de las enzimas Δ5 -desaturasa y Δ6 desaturasa, las cuales han probado ser reguladas parcialmente mediante el consumo de ácidos omega 3 y omega 6.
Una de las principales hipótesis acerca del mecanismo de acción de omega 3 contra la diabetes es su capacidad para eliminar o disminuir la resistencia a insulina, de esta manera mejorando la sensibilidad a insulina y permitiendo una mejor reacción del organismo cuando se produce naturalmente esta sustancia.
De igual manera, otro efecto benéfico creado por el consumo de omega 3 es la mayor capacidad del organismo para realizar la síntesis de glucógeno en músculo esquelético. De acuerdo a estudios realizados, el tiempo de residencia de GLUT4 en plasma se ve incrementado de manera significativa al tener un consumo más elevado de omega 3, lo cual posteriormente causa un aumento en la glucosa 6 fosfato intracelular, lo cual a su vez mejora la antes mencionada eficiencia en la síntesis de glucógeno.
Además de esto, se ha demostrado que los efectos metabólicos en la sensibilidad a insulina y el metabolismo de la glucosa se deben principalmente a los cambios en la composición del suero hemático, específicamente a su cantidad de ácidos grasos en esta misma.
En estudios realizados, se encontró que aquellos sujetos con mayor resistencia a insulina tenían mayores niveles de ácidos saturados en sangre, al mismo tiempo que tenían bajos niveles de ácidos poliinsaturados. De forma específica, aquellos con problemas de sensibilidad a la insulina cuentan con mayores niveles de los siguientes ácidos: 16:0, 16:1 n-7, 18:2 n-6 y con menores niveles de 18:3 n-6 y 20:3 n-6, esto principalmente debido a la alteración de la actividad de las enzimas Δ5 -desaturasa y Δ6 desaturasa, las cuales han probado ser reguladas parcialmente mediante el consumo de ácidos omega 3 y omega 6.
Farmacocinética
Absorción: Se realiza principalmente en el retículo endoplásmico en el hígado. Sin embargo la digestión de lípidos comienza en la boca con la lipasa lingual y posteriormente continua en el estómago con la lipasa gástrica. Después de esto también se requiere la acción de la lipasa pancreática, la cual produce gliceroles y ácidos grasos libres.
Distribución: Los ácidos n-3 se encuentran presentes en la membrana celular y posteriormente son incorporados en fosfolípidos, esfingolípidos y plasmalógenos. Tiene mucha biodisponibilidad, por lo cual pueden ser utilizados como sustrato para las lipoxigenasas, modificando de esta manera el balance de los ecoisanoides y otras moléculas antiinflamatorias. Excreción: Las concentraciones de los ácidos grasos omega 3 (ALA, DHA, EPA) se han encontrado en el organismo hasta 4 semanas antes de volver a sus niveles originales. Se piensa que la mayoría de esos ácidos se encuentran en los tejidos y plasma y el resto se excreta en la bilis y en residuos en la orina. |